LIVING LAB
SALAM-MED promueve la co-innovación a través de seis Living Labs ubicados en puntos críticos de degradación del suelo y el agua en el Mediterráneo.
EGIPTO
La economía de Matrouh depende en gran medida de la agricultura de secano, y el 70 % de la población local depende de la agricultura como principal fuente de sustento. La captación de agua, los consorcios microbianos y las tecnologías de agricultura inteligente se probarán y validarán en la agricultura desértica hiperárida de los wadis de Matrouh..
TÚNEZ
En el Laboratorio Viviente de Medenine, SALAM-MED evaluará la función de los sistemas de Recarga Gestionada de Acuíferos (MAR). Estos tienen un potencial de expansión en el 22 % de las tierras áridas del MED del norte de África, donde la sequía, las migraciones y el abandono de tierras son las principales causas de la degradación del suelo.
MARRUECOS
Casi el 90% de la economía rural de la región depende del sistema agroforestal de argán. SALAM-MED combinará la gestión inteligente del pastoreo, la retención de aguas subterráneas y las tecnologías de captación de agua para revertir la degradación de las tierras en los bosques de argán de Esauira.
ESPAÑA
La gestión sostenible de los bosques secos mediterráneos abandonados afecta al equilibrio hidrológico de las cuencas hidrográficas, proporcionando servicios ecosistémicos y agua dulce a las sociedades rurales y urbanas en más del 50 % del territorio del sur de Europa. En Valence, se evaluará la eficacia del enfoque C.A.F.E. para mejorar la gestión forestal sostenible.
GRECIA
El Laboratorio Viviente de Mesenia representa los 8 millones de hectáreas de ecosistemas de olivares en el Mediterráneo. En Mesenia, se abordará la mejora de la hidrología y la fertilidad del suelo en las cuencas hidrográficas mediante la combinación de tecnologías agrícolas de base biológica y digital con enfoques de modelización.
ITALIA
El Laboratorio Vivo de Cerdeña es representativo de los sistemas silvopastoriles en hábitats de tipo dehesa, con una superficie de aproximadamente 15 millones de hectáreas en el Mediterráneo. Se combinarán enfoques de dinámica de sistemas con nuevas tecnologías de agricultura de base biológica y digital para mejorar la hidrología y la fertilidad del suelo de las cuencas hidrográficas.





